UNA MEDIA HORA CUALQUIERA...

Los deberes terminados con la peque para comenzar sin problemas el fin de semana.
Las bolas del partido y los aplausos de semifinales sonando a lo lejos.

El teléfono que suena, (mi cuñada) concreto con ella para quedar esta tarde.
La concentración en estos momentos es difícil de mantener,pero aquí sigo enfrente al ordenador intentando escribir unas palabras.
Es como algo imposible, el partido termina y comienza la F.1.
El ruido de los coches penetrando en mis oidos y él de vez en cuando haciéndome cosquillas en los piés.
Me queda media hora hasta que suene el telefonillo,que será cuando llegue el mayor.
Pero no, ha sonado antes,es la peque que quiere que le abra porque no hay niños todavía en el jardín.
Se sube a su cuarto y comienzan en el techo los golpes de las peonzas bailando sin cesar.

No sé si reirme,porque es para ello,en fin teniendo niños es lo que toca.
Ahora llega él y me pregunta qué escribo,se lo leo y efectivamente se parte,no es para menos.
Lo mejor es que llevo unos minutillos concentrada y en ese momento se acerca Lola con su calcetín en la boca para que juegue con ella,no me lo puedo creer.
La miro diciéndole no!,me mira con su carita de insatisfecha y me deja con cierta culpabilidad.
De nuevo él me mira y como no le hago caso vuelve a llamarme,me hace que le mire y todo para decirme que se va a fumar un cigarro,nos destornillamos  porque sabemos que me ha vuelto a desconectar de mi mundo virtual y eso le fascina.
Bendita paciencia y sentido del humor.
Son muchas casualidades de golpe para que yo continue escribiendo.
Por lo tanto doy por terminada esta media hora cualquiera...