El eco de la montaña me preguntó por tu querer.
Yo mirando a la cima no le supe responder.
Ella insistente no hacía más que repetir:
-Busca su amor eterno y deja de sufrir.
-Dónde buscarlo ,no sé por dónde empezar.
-Cierra los ojos tu corazón empezará a amar.
Poniéndose el sol, al cielo quise mirar.
Entre nubes mi interior empezó a palpitar.
Cómo dejé pasar el tiempo sin tener tu querer.
No fuí consciente de ello y me hizo enloquecer.
El eco se silenció dando paso a algo encantador.
Las estrellas brillaban iluminanado nuestro amor.
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